viernes, 21 de diciembre de 2007

CRONOLOGIA (Edad Contemporánea)

EDAD CONTEMPORÁNEA.
AÑO 1812.
“Año del hambre”. La guerra de la Independencia arruina la economía. Las tropas francesas saquean Torres.
Tan solo en la capital por causa del hambre murieron este año 20.000 personas. Los productos básicos escaseaban por las constantes demandas tanto de las columnas francesas como de los guerrilleros españoles. Como ejemplo: el pan alcanzó cuatro veces su valor normal. El gobierno, para arreglar el problema, subió los impuestos. Además José I había fundado la Milicia Cívica en todos los pueblos de Madrid. Se componía de 24 compañías de 100 miembros y 19 de la mitad de componentes. Formaban parte de ella todos los cabezas de familia hasta de 60 años con propiedades, o si cobraban sueldos del estado, y sus primogénitos desde los 17 años.
Torres de la Alameda contribuyó con una compañía de 50 componentes, algunos procedentes de pueblos próximos. Esto no fue óbice para que las tropas francesas saquearan la población, especialmente los edificios públicos y la iglesia.
El resultado final de cuanto antecede fue la ruina incluso para las familias adineradas.
AÑO 1814.
15 de septiembre. Supresión de los señoríos.
Por Real Célula emitida por Fernando VII. Las Cortes de Cádiz ya lo habían efectuado en agosto de 1811, pero al estar la mayor parte de la península en poder de los franceses no se pudo aplicar la medida.


AÑO 1848.
Torres cuenta con 456 casas para 123 vecinos.
Según Madoz en su Diccionario Geográfico Estadístico Histórico, en Torres había 123 vecinos, es decir unos quinientos habitantes. Sin embargo dice que había 456 casas, lo que indicaría que muchas de ellas estaban deshabitadas. Señala que en el edificio municipal se encuentra la cárcel y menciona la existencia de una panera donde se recoge el grano del pueblo. Había una escuela que era mixta y estaba dotada con 1500 reales, un pozo y una iglesia. El cementerio estaba saludablemente situado respecto a la población.
En el término existían tres montes de robles, chaparros y maraña pertenecientes a privados y otro de igual clase propiedad del Conde de Salceda. Hay un soto, una alameda de álamos negros, cuatro dehesas, viñedos y olivares. Lo atraviesan dos arroyos que desaguan en el Henares, se llaman: La Alameda y Los Hueros.
Los caminos son de herradura; el correo se recibe de Alcalá por valijero. Produce trigo, cebada, aceite, vino y legumbres; cría ganado lanar y el mular preciso para la labor. En sus montes hay liebres, conejos y perdices.
AÑO 1876.
Se inicia la construcción del camino a Loeches.
El camino vecinal que unía Torres con Loeches, comenzó a construirse en esta fecha. Los gastos corren en un ochenta por ciento por cuenta de la Diputación y el resto por la del ayuntamiento. El ayuntamiento hizo su aportación en especie: con las mulas y el trabajo de sus vecinos. En 1881 aún estaba sin terminar, en el 87, ya terminado, estaba todavía por pagar. En 1879 comenzaban las obras del camino a Pozuelo del Rey.
Decimal.
Una ordenanza obliga a los vecinos de Torres a abandonar los viejos métodos de medición, y sustituirlos por el nuevo de metros, kilos y litros.
Hacia 1887. Según Martín Pérez, se habitaban 212 casas.


Con el siglo XX continuó creciendo, pasando de los 989 habitantes en 1910 a 1102 habitantes en el año 1950. Desde entonces su población ha aumentado enormemente debido sobre todo al crecimiento y a la expansión industrial del Corredor del Henares. Actualmente la población de Torres de la Alameda alcanza casi los cinco mil habitantes.

CRONOLOGIA (Edad Moderna)

EDAD MODERNA.
AÑO 1555.
11 de abril: Torres sale del alfoz complutense.
La princesa Juana de Portugal, hija del emperador Carlos I, otorga el título de “Villa de Torres” a la hasta ese momento aldea de Alcalá. “...e dichos vecinos e moradores por la presente por les facer bien e merced de nuestro propio motivo e aquiescencia, es nuestra merced e voluntad de les eximir e apartar, e por la presente les eximimos e apartamos de la jurisdicción de la villa de Alcalá... e vos facemos villa para que se use de nuestra jurisdicción civil e criminal en ella y en esos dichos términos e dezmería” Aún así, sigue dependiendo del primado de Toledo.

AÑO 1557.
El cardenal Silíceo nombra los primeros alcaldes de Torres.
Como arzobispo de Toledo, este cardenal designó los primeros “cargos públicos” de la nueva villa de Torres, entre una lista de vecinos que se le había presentado previamente; esta lista se denominaba “nómina de oficios”. Alcalde, en aquellos tiempos, sería el equivalente al actual juez de primera instancia.
AÑO 1578.
Torres villa de realengo; deja de depender del arzobispo de Toledo.
Felipe II, retira la jurisdicción al arzobispado toledano. Torres queda como propiedad de la Corona. “... habemos acordado de desmembrar y apartar de la dignidad arzobispal de Toledo, Arzobispo e Iglesia della, la villa de Torres, con sus términos y jurisdicción civil y criminal alta y baja, para le vender y disponer del como más fuéramos servido...”.
AÑO 1591.
Censo de “Los Millones”: 286 vecinos.
Unos 1.500 habitantes, población relativamente importante para la época. Se distribuían los vecinos en: 272 pecheros, 9 hidalgos y 5 clérigos.
AÑO 1620.
Llega la sábana Santa.
El acontecimiento más notable que se produjo en Torres durante este siglo es la llegada de la Sábana Santa en 1620.
AÑO 1666.
Porque va a venir Doña Mariana de Austria, se arreglan los caminos.
Al fallecimiento de su esposo Felipe IV, doña Mariana de Austria asumió la regencia. Este año decide visitar los pueblos del entorno de Alcalá; gracias a ello los caminos de esta jurisdicción fueron acondicionados.
AÑO 1751.
Lo que nos cuenta sobre Torres de la Alameda el catastro del Marqués de la Ensenada.
Según la encuesta que ordenó el Marqués de la Ensenada, Torres pertenecía al Conde de Altamira. Predominaban los cultivos de secano, abundando en el campo los álamos y habiendo disminuido mucho el número de ganados con relación a épocas anteriores. El Marqués de Velzunze, heredero de Juan de Goyeneche había adquirido la famosa “Dehesa de Torres”, el Marqués de Paredes había hecho lo mismo con otra llamada “La Dehesilla” y una gran parte de los vecinos eran copropietarios de una alameda de nombre “Barbillán”. Había tres molinos, uno perteneciente a la Iglesia. Una mercería y una abacería (tienda de comestibles), abastecían a la población. No había tabernas, el vino se vendía en las casas de los cosecheros. No habiendo tahona, se cocía el pan de los vecinos en el mesón existente en la villa. Una casa hacía las veces de hospital para transeúntes. El pueblo se reunía en la casa consistorial, abandonada la costumbre de hacerlo en la ermita. El Ayuntamiento pleiteaba con la Mesta por algún problema de pastos seguramente..
AÑO 1763.
Se hace un deslinde serio entre Torres y Alcalá.
Tras siglos de controversias por los lindes entre ambas poblaciones, desde mediados del XVI andaban pleiteando, se señalan unos límites aceptados por ambas partes: desde el río Henares hasta el Centro del Rayo, por la Higuerilla hasta debajo de San Juan del Viso, desde donde se divide la jurisdicción de Alcalá y los Hueros por lo alto de las cumbres y tierras labrantías de este pueblo hasta la Cuesta Zulema. Aún en fechas posteriores, 1848, se hizo otro deslinde, parece que definitivo.
AÑO 1786.
Censo: 200 vecinos.
Unos 750 habitantes “750 personas de comunión”, según las “Descripciones” del Cardenal Lorenzana.

CRONOLOGIA (Edad Media)

EDAD MEDIA.
AÑO 711/712. Asentamiento árabe.
En este mismo año o a lo sumo al siguiente los encontramos ya en Alcalá. Como en buena parte de la comarca, en Torres existen vestigios del paso de los árabes, no sólo a través del arte mudéjar, sino que, dadas las características del terreno, predominantemente arcilloso, se construyeron fábricas de ladrillos, elementos básicos para la edificación árabe, y que a través del tiempo subsisten como una de las industrias tradicionales del municipio y que aún hoy se conserva.
No sólo restos arquitectónicos dejaron los árabes. Se mezclaron con los antiguos pobladores y enriquecieron su mundo enseñándoles cultivos como el del olivo, que hoy es una de sus fuentes de riqueza. De hecho, el tipo de aceituna cultivada permite la elaboración de un aceite de reconocida calidad.
AÑO 1085.
Alfonso VI conquista la ciudad de Toledo.
Con la conquista de Toledo, Castilla se apoderó de todas las tierras situadas al norte del Tajo, “con Talavera, Guadalajara y otros 80 alminares de mezquita, sin contar alquerías y aldeas”. Entre las tierras conquistadas las de la actual Torres de la Alameda.
AÑO 1109.
Los almorávides recuperan Alcalá y su comarca, incluido Torres de la Alameda.
El 1 de julio de ese mismo año moría Alfonso VI, tras haberse esforzado mucho, sin éxito, en reconquistarla, pues era fundamental para la defensa de Toledo. Desde Alcalá Alí ben Yusuf, llegó hasta Toledo y puso cerco a la Plaza en el año 1110. Tenían también desde aquí en jaque Madrid, Guadalajara y todas las tierras del Henare
AÑO 1118.
Reconquista definitiva de Alcalá.
El arzobispo de Toledo D. Bernardo de Cluni “... levó sus engennos a Alcalá que era de moros, e cercóla e prisóla...”. Con ella toda su comarca. La consolidación de las tierras al norte del Tajo, así como el comercio entre ellas y con las del Duero, era definitivamente un hecho.
AÑO 1129.
Alfonso VII concede el castillo de Alcalá al arzobispado de Toledo.
Con todos sus términos antiguos para poblarlo y poseerlo a perpetuidad.
AÑO 1135.
El arzobispo de Toledo concede a Alcalá el Fuero Viejo.
Con el fin de facilitar la repoblación de la villa y de su alfoz. De esta manera quedaba constituida la Comunidad de villa y tierra de Alcalá de Henares vinculada a la mitra toledana. Esta comunidad integraba, además de al mismo Alcalá, los siguientes términos y sus aldeas: Pozuelo del Rey, Daganzo, Camarma de Esteruelas, Ajalvir, Los Santos de la Humosa, Santorcaz, Torrejón de Ardoz, Anchuelo, Los Hueros, Villalbilla, Corpa, Torres de la Alameda, Loeches, Campo Real, Valverde de Alcalá, Pezuela de las Torres, Olmeda de las Fuentes, Villar del Olmo, Ambite, Arganda, Valdilecha, Orusco, Carabaña, Tielmes y Perales de Tajuña.
AÑO 1223.
El arzobispo Jiménez de Rada modifica el Fuero de Alcalá.
Las modificaciones afectaron fundamentalmente a los aspectos fiscales: recaudaciones exenciones e impuestos. A partir de entonces las aldeas contaron con un órgano de defensa de sus intereses llamado Concilium Aldeanum. Allí se debatían asuntos sobre milicia, derechos ciudadanos, cargas fiscales y deberes fundamentales. Hay que tener en cuenta que la relación de las aldeas con Alcalá era feudal con claro desequilibrio de las cargas a favor de esta última.

CRONOLOGIA (Prehistoria y Edad Antigua)


PREHISTORIA Y EDAD ANTIGUA.
Se han encontrado restos arqueológicos que hablan de un asentamiento pre-romano, posiblemente carpetano, y de una colonia romana, ¿TURRIS?
Junto a los fragmentos de columnas encontrados en “El Calvario”, monedas y algunos mosaicos, la pieza estrella de la cultura romana en la villa es una lápida funeraria que se conserva como parte del muro de la ermita de la Soledad.
PERSPECTIVA HISTORICA
Los romanos en Torres
En las proximidades de Madrid, en la meseta que corona la espléndida ciudad de Alcalá de Henares, se extiende un llano protegido por montes bajos con abundante vegetación: 43 Km.2 con una historia de casi dos mil años y un futuro prometedor: Torres de la Alameda.
Se ha creído durante mucho tiempo que las tres torres que junto con una gavilla de trigo, integran su escudo, aluden al nombre que los árabes dieron a la zona al contemplar sus elevadas fortificaciones. Sin embargo, los restos arqueológicos que se conservan en el mismo municipio muestran que la denominación Torres tiene su origen en el Turres romano.
En efecto, aunque en los alrededores se han hallado restos arqueológicos de arte campaniforme que denotan la existencia de ciertos asentamientos neolíticos, como muchos de los que existieron en las orillas del Henares, y aunque es lógico que los iberos y los celtas que ocuparon la región alcalaína extendieran hasta Torres su territorio, parece claro que el origen de Torres de la Alameda debemos remontarlo al periodo de romanización.
Junto a los fragmentos de columnas encontrados en El Calvario, monedas, mosaicos documentados por el historiador Quintano Repolles, la pieza estrella de la cultura romana torresana es una lápida funeraria que se ha conservado como parte del muro de la Ermita de la Soledad.
Un pasado romano sin lugar a dudas esplendoroso, como demuestra el paso de la Vía Galiana, una antigua calzada romana perfectamente conservada trazada por el emperador Trajano y que iba desde Complutum hasta Titulcia. Sirviendo como red de comunicación para el comercio y el ganado.
Junto a ella, la Colada de Alcalá, y alguna otra senda de la época evidencia el papel de Torres como nudo de comunicaciones entre los pueblos de la comarca.


LOS VISIGODOS….

Tras la caída del imperio romano es bien sabido que la zona central de la Península ibérica es tomada por el reino visigodo de Toledo y es precisamente la relativa cercanía con la capital visigoda, cuyo arzobispo marcará los siglos de la Edad Media tanto de Alcalá como de Torres, la que determina una visigotización de Torres nada traumática. No obstante, salvo algunas monedas, pocos son los restos que quedan de estos dos o tres siglos.

LOS ARABES…

Muy pronto llegan los árabes, concretamente en el 711, e es este mismo año o a lo sumo al siguiente los encontramos ya en Alcalá.
Como en buena parte de la comarca, en Torres existen vestigios del paso de los árabes. En concreto, del arte mudéjar, es decir, de los árabes que se quedaron en Castilla una vez reconquistada por los cristianos; en este estilo se construyó en el lugar donde hoy se encuentra su hermosa iglesia parroquial del siglo XVI, una edificación que con seguridad tendría el doble de extensión que la actual. La antigua iglesia se levantaría posiblemente en el siglo XIII y de ella conservamos la parte inferior de la torre, siempre la torre.
Pero los árabes dejaron en Torres algo más que este hermoso vestigio de su sensibilidad artística. El mejor mudéjar, castellano se caracteriza por su construcción en ladrillo, un ladrillo que, dadas las características del terreno, predominante arcilloso, y el afán emprendedor y la visión comercial de los tornases, determino el levantamiento de varias fabricas de ladrillos, que se convirtieron en una de las industrias tradicionales del municipio que aún se conservan.
Pero no solo restos arquitectónicos dejaron los árabes aquí. Se mezclaron con los antiguos pobladores, enriquecieron nuestro mundo y vocabulario, y nos enseñaron a cultivar algunas plantas, como el olivo y el trigo, que con el tiempo fueron convirtiéndose en fundamentales y en índice de la riqueza de la región. De hecho el tipo de aceituna cultivada en la zona cuenta hoy con denominación de origen, pues no en vano el municipio de Campo Real, con su hermoso nombre y sus extensos olivares, se encuentra a unos escasos kilómetros de Torres de la Alameda. Por no mencionar el aceite del propio Torres, uno de los mejores de la zona.

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